Dejemos que fluyan sentimientos, y solidifiquen palabras, y creen arte...

En aquél rincón escondido de mi memoria, ruge el mar.
Y como el vaivén de las olas, vienen y van mis pensamientos...

martes, 13 de diciembre de 2011

Deambulantes...

Navego entre versos oprimidos, entre palabras tachadas por su dureza.

Uno puede pensar todo lo alto que quiera, (todos lo hacemos), sin embargo, si se te ocurre expresarlo, eres (malo).

Una sociedad basada en la hipocresía, una sociedad que no avanza.

Me encanta lo sociables que somos y el desparpajo que podemos llegar a tener, una vez hemos dialogado dos palabras con un “extraño”, porque entonces, sabiendo su nombre y muy poco mas, ya pasa a ser un “conocido”.

Observo cuando viajo en el tranvía, cómo la gente forma de manera automática un perfecto: “si-no-si-no”, en asientos consecutivos.
Teniendo la opción de sentarse solos, o al lado de un “extraño”, por supuesto, eligen, solos.

Incluso algunas personas, prefieren ir de pie durante todo el camino, aunque les duelan los pies, por “vergüenza” a sentarse con “ese/a”, y yo pienso… posiblemente con quien no quieras sentarte, si llegaras a conocerlo, sería otra persona mas, que incluso llegaría a caerte bien, y con quien te sentarías mas veces; sin embargo, miremos cual es la conducta humana.

Andamos por la calle, y sinceramente, parecemos zombies, que deambulan sin conciencia de que están rodeados de gente; incluso a veces la conducción llega a suponer en algunas ocasiones tal automatismo, que nos creemos que es un escalextric, no tenemos en cuenta que no son coches que funcionan porque sí, sino que otras personas también al igual que nosotros, están manejando ese coche.

Esquivamos a toda presencia humana, para evitar el contacto, “cuanto mas lejos y solo” a veces mejor. Todos, andamos con nuestro propio sentido y destino, con la mirada básicamente perdida, quiero decir, no viva, únicamente centrada en lo que nosotros queremos.

Observando estas situaciones, pensé,… esta persona con la que me acabo de cruzar, con unos pantalones rotos, porque es la moda, con esa camiseta semicaída, recien arreglada, joven, y con ese desparpajo que caminaba. ¿a dónde podría ir?.

Seguí caminando, y me crucé con una persona mayor que tenía dificultad para cruzar la acera, y por si fuera poco, el semáforo le metía prisa a modo contrarreloj bomba.
La ayudé a cruzar aquella calle, y con una despedida cordial la dejé ir… otra persona tan distinta. ¿a dónde iría?, ¿podría yo ayudarla con un simple gesto?. ¿cómo será su vida?, ¿dónde vivirá?, y, ¿con quién?, ¿será feliz?...

Doblé aquella esquina, para seguir mi rumbo, y de nuevo me crucé con otra persona, un hombre de aproximadamente 35 años, vestido de traje, con un maletín, y no muy buena cara. Me figuré que iba a trabajar, y que su situación familiar-personal, aquél día no era muy buena, en fin…

A cada paso que daba, tenía una cara, edad, y estado por estudiar, si me paraba a observar detenidamente, podía leer a las personas, (mas o menos), no era difícil, ya que… caminamos pensando que nadie nos observa, y el resto de la gente, efectivamente también.

Mi última conclusión antes de llegar a aquél tranvía, (que, cómo no, tuvo que ser corriendo), era:

y… ¿qué pensaría la gente, si yo, inmerso en mi mundo y pensamiento, me observaran de manera detenida, cuando deambulo por la calle?.

;)



4 comentarios:

  1. Y tú... eliges tu asiento cuando logras subirte al tranvía? ;)

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  2. Muy, muy buena.
    ¡He pensado esto muchísimas veces y me hace gracia, como seguramente te hará a ti!
    Yo soy de los que si elige un sitio no se cambia a otro si pudiera (Aunque me suponga estar de pie)

    Pensar en tu vida, lo compleja que es, los problemas y las alegrías que en ella tienes y después pensar en la vida de los demás tal y como lo haces en la tuya, debe ser y es más que agotador...

    ¡Si necesitas saber los títulos de alguna de las canciones, sólo tienes que pedirlos!

    Pensaba que ya no seguía escribiendo, dejaste el otro que tenías, ¿no?

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  3. Dejé el otro que tenía porque tuve un error informático con el correo, y no conseguía acceder a él.
    y encima, hasta hace poco tampoco e podido comentar, ahora ya si puedo!.
    todas esas canciones las he escuchado, y buscado para piano, y todas merecen la pena, así que cuando busco no prefiero una u otra.
    si algún día escucho una en concreto y quiero aprenderla, te preguntaré cuál es. ;)
    Saludos!

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