Dejemos que fluyan sentimientos, y solidifiquen palabras, y creen arte...

En aquél rincón escondido de mi memoria, ruge el mar.
Y como el vaivén de las olas, vienen y van mis pensamientos...

martes, 23 de agosto de 2011

Sueño o vigilia...

Me siento acalorado, mis poros delatan nerviosismo, inquietud, transpiran hasta empapar la cama, despliego los ojos con cuidado, sin fuerzas, los párpados me pesan.
Al tercer intento de desbloquear el móvil consigo ver la hora : las 4 de la mañana y me había desvelado. Me levanto y observo la silueta dibujada en las sábanas.
Paseo por el pasillo del viejo piso, al estilo zombie, con pelos alborotados.
Me dirijo a la cocina y nada mas llegar abro la ventana y avanzo la cabeza hacia fuera, para aliviarme con un poco de brisa nocturna, levanto la mirada por aquel paisaje oscuro, y mis ojos son iluminados por la luna, allí tan lejos y tan sola, pero sin soledad. Miles de astros le acompañaban aunque a nuestros ojos esté sin nadie.
Me froté con cuidado los ojos intentando limpiarlos y despertarlos un poco mas, y simplemente quedé observándola, divagando entre metáforas con la vida real.
Me di la vuelta y me apoyé en la mesa de madera, todavía sucia del día anterior, todavía sucia para mañana, o mejor dicho, (hoy).
Me quedé pensando, si…
Observé lo vacío que yacía el piso, con unos solos pies que dieran testigo a presencia humana, caminé lentamente hacia el dormitorio, y sonreí, pensé que para todo hay solución, la luna estaba quieta y no estaba sola, yo podría soñar sin moverme de la cama y no estar solo.
Deshice la cama lo máximo que pude, abrí la ventana de par en par, dejando una corriente de aire fresquito, y me dejé caer, pum pum, reboté dos veces antes de quedar tendido.
Cuando en segundos mis párpados volvieron a pesar, sentí que caían rendidos,…

                                                        /(Mañana siguiente)/.

Me levanto, mas descansado que nunca, como si hubiera tenido una noche fantástica.
Mis compañeros de piso, ya estaban levantados cuando llegué a la cocina, a por el desayuno.
Cada uno se situaba en su sitio con su vaso de leche y cereales, y carlos depositaba copos en su tazón mientras me pregunta:

-         Juan, ¿dejaste tu la ventana abierta ayer por la noche?.
Me quedé pensando, como si un recuerdo pudiera venirse a la mente, aquella ventana abierta la observé, saqué la cabeza, y observé el cielo, todavía quedaba un trocito de luna visible a esas horas, y me resultó nostálgico y familiar. Me giré hacia él.
-         No, que yo recuerde no abrí la ventana, he dormido como un bebé toda la noche. – aunque en lo mas hondo me cabía duda…

Me vestí con pensamiento cansado de ir a la universidad y labrarme mi futuro, todavía pensando qué hacia esa ventana abierta, cuando salí a aquel portal y cerré la puerta, el sonido grave del cierre me hizo dar con la respuesta, y pensé:
-         Juan, ¿no recuerdas?, eres sonámbulo, jaja. – sonreí para adentros, y pensé cerrando la puerta con llave: Mientras no lo descubran mis compañeros…

Sin saber lo que había pensado o hecho el día anterior, sin saber lo que haría esa noche, sabía que al igual que todas las mañanas tendría algún testigo de mis actos, incluso podría ser… 

La luna.




Esclavo del verso..

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