Dejemos que fluyan sentimientos, y solidifiquen palabras, y creen arte...

En aquél rincón escondido de mi memoria, ruge el mar.
Y como el vaivén de las olas, vienen y van mis pensamientos...

sábado, 19 de mayo de 2012

Dejé fluir los recuerdos...


Y la noche es testigo de mi ausencia, de mi presencia camuflada y pensamientos olvidados, perdidos y subrayados.
Las estrellas, tan simples a mi vista se sienten intimidadas por mi mirada, fija y penetrante mientras mis dedos recorren la arena y la brisa mi gesto. Sonrío, dejo de sonreír, me descalzo y camino lentamente, y piso despacio y hondo dejando surcos tapados por el oleaje, por el vaivén de la espuma que estremece cada una de mis terminaciones nerviosas. Siento la soledad como buena compañía, oigo piano lento y melódico en mis entrañas, y las olas rebasan mis rodillas.
El frío recorría mis pupilar que intentaban descifrar paradojas en la luna. Seguí avanzando cada paso, tan concentrado en aquél momento único que hasta los poros de mi piel me lo agradecían. El agua cristalina se encontraba en mi cintura y ni me había dado cuenta,  pero daba igual…
Divagué por completo de la realidad dejándola aparcada en la orilla, cerré los ojos dejando la mente en blanco, (como si pudiera dejarla en blanco) , esbocé una medio sonrisa. Continué capuzando los problemas y dejando que la temperatura de mi cuerpo jugara y buceara. Rebuscara en un océano aquello que estaba buscando, aquello que había ido a buscar…
Salí lentamente del agua y suspiré, y la brisa volvió a convertir mi aliento en la ruptura del silencio, y mi cuerpo en la turbulencia del agua y quedé quieto, totalmente inmóvil. volví a mirar a la luna, volví a dirigir mi mirada hacia el agua, y encontré mi reflejo.
Suspiré tu distancia,… inhalé mi recuerdo…
Y respiré hondo...

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